viernes, 19 de agosto de 2011

Tarde justa de calidad por parte del ganado, Juli una oreja, Morante lo intentó y Conde a lo suyo


Novena corrida del abono para Morante y Juli; mientras, Conde a lo suyo. La lidia estuvo supeditada a unos toros muy faltos de encaste, flojos de fuerzas y con peligro, sobre todo los dos de Morante, en especial el segundo. Los de Román Sorando tenían distintas hechuras: en general, toros muy difíciles para sacar algo de provecho. Los diestros Morante y Juli intentaron, sin más premio que el disponible para esta tarde de toros. Por otro lado, Conde en su tónica habitual. El peor toro, el primero y el mejor, el tercero.

Para Conde no fue fácil la tarde, los toros no le acompañaron lo más mínimo, pero él no puso ni un granito de arena para hacer algo, desde el primer momento hasta el final. La bronca inicial le cae al no llevar su toro al caballo y tener que colocárselo su subalterno. El toro se queda en tablas y no es capaz de moverlo al centro. Decide, correctamente, que no hay nada que hacer y va a matar, pero el público le silba pidiendo la retribución por el pago de su entrada. Enrique Romero en Canal Sur dice que ha durado 0,1 la faena. Pero lo peor estaba por llegar: a la hora de matar, el malagueño seguía con sus pocas dotes y falla en la estocada. Por otro lado, el público seguía con su poca clase y no respetaba la suerte de matar silvando y abucheándole, eso no. Con el descabello no está fino, en la fotografía de abajo se puede ver uno de la decena de intentos con él. Dos avisos y sonora pitada.

El siguiente toro no iba a ser menos y continuó sin nobleza igual que sus hermanos. Da unos 9 pases o, mejor dicho, 1 pase y el resto intentos. Tiene mucho miedo. El público seguía con el enfado y fumando puros, como es normal. Quizá la cantidad de humo daba síntomas de que la tarde sería amarga y pestosa. Había desde puros grandes y buenos, hasta puritos franceses de aromas frutales, que no son "ni chicha ni limoná". Éstos los fumaban los aficionados que gritaban con malos modos cuando el maestro entraba a matar, sin guardar respeto a una premisa ineludible para la seguridad de los toreros. El respetable, sin respeto.


Conde intentando descabellar a su primer toro. (Pincha aquí para ampliar)

A Morante le faltó toro, igual que a los otros dos toreros. Pero esta vez Morante no se da por vencido con su primero de la tarde, lo intenta y saca más de lo que se podía sacar a ese toro. Torea con la cintura y dando muletazos largos, a la contra tiene que no puede dar ligazón a la faena porque el toro va a trompicones, no hay continuidad. Unos molinetes y mata, de media estocada. Aplausos y una pequeña ovación. Al terminar su primer animal, declaró a las cámaras que no era un toro "de fiar".

En el segundo salió con más ganas aún. No parecía el Morante habitual que vemos cuando del toro no se puede sacar más y da todo por finalizado con cuatro pases. Hoy lo trabajó con profesionalidad: Unos naturales muy largos, dos muletazos por estatuario, como el de la foto de abajo, y un trincherazo marca de la casa. Mata con un pinchazo debido a que no veía claro cómo entrar a matar y le dio muchas vueltas. Saludos y el público con la miel en los labios si hubiera matado bien.


Estatuario ante el toro. (Pincha aquí para agrandar)

El Juli fue el gran beneficiado de una tarde muy ruin por culpa del ganado. El Juli no hizo nada más que lo que nos tiene acostumbrado. Hizo las cosas bien hechas, colocado en cada momento donde debía y una sensacional faena a su primer toro, debido a lo bien que supo llevarlo. El toro salía con nobleza y parecía que tenía empuje, pero el madrileño supo ir despacio y hacer la faena en dos tiempos para sacar lo mejor en la segunda parte. Si hubiera abusado demasiado desde el principio, el toro se hubiera rajado y no habría conseguido la oreja con la que se le premió. Muy profesional. Con el capote estuvo bien, dio 4 verónicas y una media. Pero su fuerte fue la muleta, donde tuvo una quietud ejemplar. Se ha ajustado a lo que el toro exigía, llevándolo largo cuando lo pedía y no antes. Además con mucha clase, como vemos en la fotografía de abajo. Mata de media, 1 oreja.

En el segundo no pudo sacar nada. El toro pierde las manos desde que se enfrenta al caballo. Además una banderilla la clava el banderillero en el hueco donde le han picado y se queda plantada hacia arriba sin caer para abajo, lo cual dificulta la faena por lo cerca que pasa la banderilla de la cara del torero. La faena no se alarga y entra a matar. Una tarde muy rápida, a lo cual se oyen voces en el tendido aceptándolo, debido a la poca calidad, mejor que termine pronto.

El Juli llevando largo con la muleta a su primer toro. (Pincha aquí para agrandar)


También está el dato de que puede ser la corrida más rápida de la historia de la Malagueta, terminó a las 21:10 y supuestamente la tarde más rápida terminó a las 21:15.


Más fotografías:

El Juli dando un pase de pecho en el toro que consiguió el trofeo.

Morante llevando al toro muy pegadito y con la muleta pegada a la cara del toro.



Miguel Olucha

Twitter: @Miguelolucha

jueves, 18 de agosto de 2011

Manzanares y Ponce, puerta grande; Conde, fracaso


Tarde de toros de nivel. El ganado fue muy bueno y los toreros supieron hacer lo correcto: dos puertas grandes, una más merecida que otra. El primer toro, de Luis Algarra, salió algo manso y demasiado por arriba, pero Ponce supo meter en vereda debido a la nobleza del toro. Los otros, cinco, de Juan Pedro Domecq, de presencia un poco desigual. El mejor, el segundo, que no supo aprovechar Conde y el peor, el quinto, también para Javier, que no iba a salvar la tarde.

La puerta grande merecida: Manzanares venía con el resquemor de quedarse el lunes de esta misma semana sin salir por la puerta grande y por eso hoy iba a ir a por todas, pero de qué manera... Al primer toro le sacó todo lo que tenía, una faena con mucho empaque y para nada abigarrada. Supo hacer las cosas en cada momento y sin agobiar al toro. Lo llevó muy lento, por abajo, con el engaño pegado a la cara y, siempre, sin tocar ni un hilo de la muleta (como podemos ver en la fotografía), en ningún momento la tocó. La penúltima tanda la hizo muy buena por la izquierda. Mata de un estoconazo hasta la bola y cae fulminante el toro, al igual que caen fulminantes los dos pañuelos a la vez. Dos orejas.


Manzanares y el temple. Foto: Miguel Olucha
(pincha aquí para agrandar la foto)

La puerta grande menos merecida: La faena fue más para salir del paso que buscando triunfo, y el público se dio cuenta. 10 por la derecha, 10 por la izquierda y media estocada efectiva. Saludos.

En su segundo toro fue distinta la cosa, Ponce se exprimió para sacar lo mejor y aprovechar el buen clima de triunfo que había en la plaza. Y lo hizo. El toro acompañó, iba muy largo, cada muletazo no tenía que forzar al toro para alargar el lance, el mismo toro iba y venía con pases muy largos. Faena basada en la media altura y demasiado distanciado del lomo del toro, a veces abusando en exceso del pico de la muleta. Pero lo más grave que el público parece que no vio son los cabezazos que le daba el toro en la muleta, siempre tocando la cara del toro el engaño (como podemos ver en la fotografía). Dos orejas, sobre valoradas.

Ponce con la muleta enganchada. Foto: Miguel Olucha
(pincha aquí para agrandar la foto)

Y de Conde, ¿qué decir? Ni colocándose en la mejor tarde, con el mejor ganado, ni con el buen ambiente que había en la plaza. Y sobre todo, ni con un toro que era de triunfo... En su primer toro pudo sacar algo más que saludos del tendido. El toro, castaño de nombre Haparoso y con divisa negra igual que sus hermanos, en homenaje al ganadero recientemente fallecido. El de Domecq salió humillando y muy noble, tanto como vemos en la fotografía de abajo. En el caballo se picó bien, según algunas voces del tendido; aunque una mujer apuntó que no estaba bien picado y un hombre advirtió que quería un toro fresco para triunfo. Y es que a veces se olvida que estamos en plaza de primera. La verdad: en la segunda picada al toro ni se le sopló. El gitano continuó la lidia, siempre por la derecha y forzando al animal a ir a media altura, cuando su camino era por abajo, debido a lo que humillaba. Luego comenzó a pegar demasiado la muleta a la cara y a pegar tironazos. Unos arreones y golpetazos que hicieron que no fuera largo y el toro se desconcertase. Se rajó el toro, una pena para el público y sin perdón para Conde. En el segundo más de lo mismo. El periodista Antonio Romero evidencia que cabe un tren entre toro y torero.El público asegura que otras veces ha estado peor. Nos conformaremos con eso, pero sin perdonar que en su primer toro no sacara nada.

El toro que Conde no supo aprovechar. Foto: Paco Maese
(pincha aquí para agrandar la foto)


Más imágenes:

Manzanares en plenitud con el toro del triunfo. Foto: Miguel Olucha

Estoconazo de Manzanares con Joaquin en la barrera, jugador del Málaga C.F
Foto: Miguel Olucha

Picador durante el segundo de Manzanares. Foto: Miguel Olucha

Miguel Olucha
Twitter: @Miguelolucha

miércoles, 10 de agosto de 2011

Tomás Campos victorioso en la Final del Certamen de Escuelas Taurinas de la Malagueta


La Malagueta tenía mucho público, estaba casi llena. Los novillos que se lidiaron fueron 6 erales de Julio de la Puerta, todos de hechuras parecidas: pequeños y afeitados a más no poder. De fuerza salían bien; pero, después del tercio de banderillas, se venían abajo, incluso tuvieron caídas y mansearon. El mejor, el segundo, el número 51, de nombre Amapolo. Humilló mucho en la muleta –como en la fotografía siguiente–, no tuvo del todo mucha nobleza y pegaba cabezazos al final de la faena. Le pudo sacar algo más Lama de Góngora, de la Escuela de Sevilla. El peor, ninguno en concreto, todos los demás.
La lidia comenzó con el primero de Tomás Campos, que fue donde comenzó a fraguar su éxito de ayer. Utilizó las dos manos bien e hizo las cosas lentas, siempre con la mano muy baja rozando los vuelos en el suelo continuamente –como en la fotografía de abajo–. Le sacó lo que pudo al eral número 106, que en el tercio de banderillas demostró que iba a ser difícil cortarle las orejas. Tras un par de banderillas, el novillo cayó rendido al suelo, donde se acomodó unos segundos.
El cuarto toro, jabonero, que fue, de nuevo, para el joven de la Escuela de Badajoz, estuvo igual que sus hermanos; pero el final de la faena fue más vistosa de cara al público, ligó más y llevó la muleta en la cara del novillo más tiempo. Mata de media estocada y dos orejas. La victoria de Tomás Campos se basó, sobre todo, en que supo usar las dos manos, cosa que sus contrincantes no hicieron bien, y además el pacense hizo sus dos faenas con mucho sentimiento, sintiendo cada muletazo, igual que sintió la victoria, la fotografía de abajo le delata, con una sonrisa de oreja a oreja. La que no podía ocultar su sentimiento era la madre, se encontraba en el tendido 3, que, junto con su hermano y su tío, le hicieron entrega de un ramo de claveles blancos y rojos.

El arrojo y la valentía vino de mano de David Fernández, pero eso sí, de la mano derecha, porque de la izquierda para nada y en momentos muy brusco con ella. El joven de la Escuela de Murcia se basó mucho en el pase de pecho como el de la fotografía y arriesgó bastante, le cogieron en sus dos toros. En el primero con mayor peligrosidad, debido a que pudo clavarse la espada de matar. Durante la última tanda de muletazos decidió clavar el estoque en el albero, cosa que no entienden muchos aficionados, y, al realizar un desplante, el novillo le embistió y revolcó donde estaba la espada con la posibilidad de hacerse daño con ella.

Miguel Olucha

Twitter: @Miguelolucha

martes, 9 de agosto de 2011

III semifinal Escuela Taurina: muchos sustos y poca alegría

La tercera semifinal del VI Certamen de Escuelas Taurinas de Málaga obtuvo dos tercios del aforo de La Malagueta. Los novillos que se iban a torear eran de la ganadería de Manuel Ángel Millares. Novillos de igual hechura menos el cuarto, sobrero, que era más grande y con mucha más planta, de nombre Gorrión y de capa Burraco. Los novillos, en general bien de fuerza, pero sin humillar ni ser propicios para su lidia. El mejor, el segundo.

La plaza estaba animada y con buena entrada, el hecho de que el acceso fuese gratuito da lugar a lo primero o lo segundo.

Sin más, dio comienzo el paseillo en el que el único que hizo el recorrido con la montera puesta fue Luis Rivera, puesto que no se estrenaba en esta plaza y los demás novilleros sí lo hacían. Él mismo era el que empezaba la corrida, con un novillo burraco, el número 34, y con nombre Brebito. Tal nombre nos daba pista de lo que no iba a ser, una breva: fue demasiado peleón y sin nobleza alguna. El joven de la escuela de Málaga no dejó de intentarlo en ningún momento, poniendo ganas y esfuerzo en cada muletazo, como podemos ver en la foto de abajo. En la parte final del último tercio a lo mejor un poco abigarrado intentando comprimir toda la faena en un minuto. El novillero mata tras un pinchazo y dos avisos. Saludos.


El siguiente novillero era el de la escuela de Madrid, Gonzalo Caballero, a quien le tocó el mejor novillo e intentó hacerlo bien. Muchos pases por abajo, pero muy separado tanto él del toro como la muleta de la testuz del eral. A mediación del tercio de muleta se llevó un susto, como los múltiples sustos que deparaba la tarde. Para terminar usó un recurso muy utilizado últimamente, las malonetinas, y que tan de moda ha puesto su paisano José Tomás. Mata tras un pinchazo, ovación y petición de oreja. Vuelta al ruedo y, mientras, bronca sonora al presidente.

En tercer lugar, "El Tolosa" de la escuela de Beziers (ciudad al sur de Francia). Recibe a puerta gayola a "Suplantado", negro zahino, lance que está muy extendido en las novilladas de las escuelas; pero en esta tarde solo fue el Francés el que recibió a puerta gayola. Una faena justa de raza, pero con quietud y serenidad, cualidad que le faltó a todos los demás compañeros de lidia. Mata con media estocada. Vuelta al ruedo tras petición de oreja y fuerte bronca al presidente.

La corrida continuó con el novillero de la escuela de Badajoz, Tomás Angulo, el infortunio estaría presente de principio a fin. El sobrero, Gorrión, tuvo que sustituir a Premiado y parece que también sustituyó a partir de ahí todo premio para el joven. La faena se resume en sustos y más sustos, que por suerte no terminó en cogida. Destacar la valentía del novillero.


No hay quinto malo, aunque el refranero tampoco dice que tenga que ser bueno. Eso fue el novillo de Román Collado, "ni fu, ni fa". Hizo unos pases muy lentos, pero siempre sin ligazón. A la hora de matar no estuvo certero. Silencio tras aviso.

El sexto era para un joven que viene de la escuela de Aguascalientes, Rafael Reynoso, México. Se le vio maneras con el capote; pero a la hora de acercarse al toro, no hizo lo debido. Faena corta de duración, parece que dilucidó pronto que no era su tarde. Mata bien. Silencio.


Miguel Olucha

Twitter: @Miguelolucha